300,000 gallinas son asesinadas en Holanda tras encontrar huevos contaminados

Más de 17 países de Europa y Asia desecharon millones de huevos tras saber que estaban contaminados con fipronil, un insecticida comúnmente usado para matar pulgas, piojos, ácaros y garrapatas, cuyo uso en las granjas está prohibido en la Unión Europea.

Como resultado, los dueños de las granjas holandesas han asesinado a más de 300,000 gallinas. Y varios millones más pueden ser asesinadas en más de 150 empresas en todo el país.

A principios de este mes, el Servicio Holandés de Salubridad Alimentaria le aconsejó al público no consumir huevos debido a la posible contaminación. En grandes cantidades, el fipronil es moderadamente tóxico y puede causar daños en los órganos humanos. Los síntomas de la ingestión de fipronil incluyen sudoración, náusea, vómito, dolor de cabeza y estómago, mareo, agitación, debilidad y convulsiones tónico-clónicas. En pequeñas dosis, el fipronil tiene pocos efectos.

Según ABC News, los huevos fueron producidos en Bélgica, Francia, Alemania y Holanda. Desde entonces han llegado a Austria, Gran Bretaña, Dinamarca, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Polonia, Rumania, Eslovenia, Eslovaquia, Suecia, Suiza y Hong Kong. Más de 700,000 huevos potencialmente contaminados entraron en el Reino Unido y Alemania sacó del mercado 28 millones de huevos posiblemente contaminados.

En el centro del escándalo están Chickfriend, una compañía holandesa presuntamente contratada por más de 180 instalaciones para limpiar los cobertizos donde las gallinas están confinadase, y Poultry Vision, una compañía de control de plagas que suministra el insecticida a Chickfriend. Como resultado de más de 11 redadas en Bélgica, dos directores de la compañía Chickfriend fueron arrestados. Y, para alarmar aún más a los consumidores, nadie sabe por cuánto tiempo se ha utilizado este insecticida para limpiar los cobertizos.

Debido a que las gallinas en las granjas industriales viven hacinadas en condiciones insalubres, las enfermedades e infestaciones son comunes. Una vez que un animal es infestado, los parásitos se esparcen en la granja. A medida que los parásitos se alimentan de los cuerpos de las gallinas, éstas quedan con heridas abiertas que pueden infectarse fácilmente. El principal objetivo del fipronil es prevenir o detener la propagación de parásitos en estas condiciones antinaturales.

En la explotación industrial de animales, las alertas de contaminación y el retiro de productos del mercado son frecuentes. Este último escándalo se produce después de que un jurado encontró a un empresario culpable de fraude porque añadió carne de caballo a la carne de vaca y falsamente etiquetó la mezcla como “100% carne de vaca”. Más de 66 personas fueron arrestadas después de que se descubrieron tres microchips de caballo en la carne.

Operación Weak Flesh, una investigación federal en los gigantes de la industria de la carne JBS S. A. y BRF S. A., encontró carne de cabeza de cerdo mezclada en salchichas, cartón mezclado con carne de gallina y productos químicos inyectados en la carne para ocultar el olor a podrido.

Esta cultura del fraude es común en la industria de la carne. Cuando las ganancias económicas son más importantes que la salud de los consumidores y la vida de los animales, nunca puedes estar seguro de lo que estás comiendo.

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