1. Salmonela, microbios y heces
Al igual que los cerdos, las vacas y las gallinas, los peces de las granjas industriales están confinados en tanques superpoblados. A menudo, esto lleva a que el agua esté contaminada con heces y bacterias.
De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) informó que las importaciones de mariscos procedentes de China, que constituyen alrededor del 27% de los productos de mar consumidos por los estadounidenses, suelen estar contaminadas. Aunque parezca mentira, un exportador chino de “comida de mar” fue descubierto alimentando a los peces con heces de cerdos y gansos para reducir costos.
2. Plástico
Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de California-Davis descubrió que el 25% de los peces analizados tenía plástico en el estómago. Además, investigadores de la Universidad de Gante en Bélgica descubrieron recientemente que quienes consumen peces, moluscos y crustáceos ingieren hasta 11,000 pequeños trozos de plástico cada año y decenas de partículas terminan incrustadas en sus tejidos.
3. Mercurio
De acuerdo con investigadores del Massachusetts Institute of Technology, los niveles de mercurio en el atún son 10 millones de veces más altos que en el agua de mar debido a las actividades humanas desde la Revolución Industrial. Recientemente, un grupo de científicos suecos descubrió que el aumento de la temperatura derivado del cambio climático podría incrementar hasta siete veces el nivel actual de mercurio en los peces.
4. Grasa saturada y colesterol
De alguna manera, la recomendación de comer menos carne se ha traducido en “comer pescado”. El consumo de peces se ha considerado “saludable” por el contenido de ácidos grasos omega-3 en sus tejidos. Pero, al igual que la carne de los cerdos y las gallinas, la de los peces contiene grasa saturada y colesterol.
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El consumo de peces no sólo es poco saludable, sino también supremamente cruel, como lo reveló una investigación encubierta de MFA en una planta de sacrificio
Además, millones de peces, ballenas, delfines, tortugas y otros animales marinos son asesinados por las enormes redes de arrastre usadas por la industria pesquera. Una nota publicada por el National Journal señala que alrededor del 20% de los peces capturados constituye “captura incidental” o animales no deseados.
Lo mejor que podemos hacer para eliminar nuestro apoyo a esta cruel industria es dejar a los peces fuera de nuestro plato y adoptar una alimentación vegana, compasiva y saludable.
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