En el marco de la cumbre de París sobre el clima, expertos de Instituto Real de Asuntos Internacionales Chatham House, con sede en el Reino Unido, señalaron que la reducción del consumo de carne y el cambio a una dieta a base de plantas podría evitar que la tierra se caliente por encima de 2°C respecto a los niveles preindustriales.
Un artículo de VICE cita a Laura Wellesly, una de las autoras del informe:
“Crear conciencia sobre la salud y el impacto ambiental de la carne es un primer paso importante, pero por sí solo no va a conducir a un cambio de comportamiento significativo. Los gobiernos deben hacer más para influir en la dieta”.
Este informe es el último de muchos en establecer conexiones entre la industria de la carne y el cambio climático.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, las emisiones de dióxido de carbono derivadas de la cría de animales de granja constituyen alrededor del 15% de las emisiones antropogénicas globales, siendo la producción de carne y leche la principal culpable.
El informe de Chatham House concluyó que “poner opciones vegetarianas y veganas o frutas y hortalizas frescas en el frente del supermercado o al nivel de los ojos en los estantes puede ser algo muy bueno para alertar a los clientes sobre opciones distintas a los habituales productos cárnicos y lácteos que eligen.”
La mejor manera de luchar contra el cambio climático es hacer la transición a una dieta vegana, saludable y compasiva.
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