cientos de millones de pollitos muertos cada año.
La mejor forma de ayudar a las gallinas y evitar la muerte de millones de pollitos machos cada año es elegir opciones a base de plantas como tofu y otros alimentos en lugar de huevos. Este pequeño cambio puede ser crucial para cambiar la vida de estos inteligentes y curiosos animales. ¿Te gustaría iniciar hoy mismo? Revisa nuestra guía para sustituir los huevos en todo tipo de recetas.
Los pollitos machos no representan ganancias para la industria del huevo porque no ponen huevos y no son considerados “rentables” para la producción de carne. Por este motivo, al día siguiente de que salen del cascarón se determina el sexo de los polluelos, y a los machos los tiran a una máquina que los tritura vivos para alimentar a otros animales con sus restos y otras veces son asfixiados en bolsas plásticas o cámaras de gas. Tan solo en Estados Unidos, esto equivale a varios
El año pasado se dio a conocer una tecnología que podría detectar el sexo de los polluelos aún estando en el cascarón. De acuerdo con información de El País, este proceso llamado Seleggt evitaría el asesinato de millones de pollos machos. El procedimiento, mínimamente invasivo, se hace a través de un láser que hace una incisión de 0.3 milímetros en la cáscara del huevo para extraer un poco de líquido de la membrana, el cual permite detectar si se trata de un polluelo macho u hembra.
Este sistema puede evitar que los pollitos machos no sean asesinados, sin embargo, no ayuda a las gallinas explotadas por sus huevos que están encerradas en jaulas durante casi toda su vida. En México, el sistema estándar de producción es el de jaulas en batería, un método cruel de confinamiento en el que se confinan entre cinco y diez gallinas por jaula, quienes se pisotean unas a otras de manera constante por la falta de espacio. En condiciones naturales, las gallinas ponen aproximadamente ocho huevos al año, mientras que en las granjas industriales son sometidas a un proceso devastador para poner hasta 300 huevos en tan solo un año y medio.
Las gallinas toman baños de polvo, extienden sus alas y exploran como parte de sus comportamientos naturales, los cuales son restringidos por la industria del huevo. El estrés del confinamiento y la descalcificación por ser obligadas a poner tantos huevos acorta su vida enormemente. En condiciones naturales, estas aves pueden vivir hasta 12 años, mientras que en las granjas industriales son asesinadas cuando su capacidad reproductiva disminuye, lo que ocurre alrededor de los dos años de vida. Su muerte también es un proceso cruel, pues son colgadas de las patas y degolladas de forma brutal.