estudio realizado por científicos de la Universidad de Borgoña en Francia descubrió que los peces son emocionalmente más complejos de lo que comúnmente se cree. Para esta investigación, los científicos estudiaron a la especie Amatitlania nigrofasciata (coloquialmente conocido como cíclido convicto), un pez que establece relaciones monógamas duraderas. Después de una serie de pruebas se llegó a la conclusión que cuando los peces hembras pierden a sus parejas, se vuelven tristes y más pesimistas.
Un reciente
Este no es el primer hallazgo que demuestra la complejidad emocional de los peces. Aunque antes se pensaba que el sentir dolor y empatía era una capacidad única de los humanos y algunos primates, la realidad es que los animales marinos han demostrado que no solo sienten dolor, también son conscientes de su existencia y poseen ciertas habilidades que anteriormente solo eran atribuidas a mamíferos y otros animales.
Este tipo de estudios nos ayudan a replantearnos la forma en la que vemos a los animales. Psicólogos afirman que cuando reconocemos la sensibilidad delos animales, es más probable que los incluyamos en nuestro círculo de compasión, como a los perros o gatos. Sentir empatía por los peces puede parecer difícil ya que sus características físicas son muy diferentes a las muestras, pero recuerda que no tenemos que ser iguales para respetarnos.
Si estos datos sobre los peces te han sorprendido y quieres hacer algo para ayudarlos, puedes comenzar con estas recetas de ”mariscos” a base de plantas.