Una nueva e impactante investigación realizada por el grupo italiano por los derechos de los animales, Essere Animali, expuso el terrible abuso en las granjas industriales de peces.
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El desgarrador material muestra cómo bancos de peces dorados, robalos y truchas son desprendidos de redes de malla y arrojados en contenedores de plástico donde se asfixian lentamente. La mayoría de estos pobres animales pasan sus últimos momentos aleteando desesperadamente, luchando por sobrevivir.
Los que sobreviven a su captura se asfixian por hasta una hora en las redes o en recipientes con nieve y hielo en los mataderos. Algunos eventualmente son asesinados a golpes en la cabeza con bastones de metal. El video también muestra cómo los trabajadores sacan manualmente los huevos de algunos peces, lo que probablemente les causa estrés y dolor extremos.
Los peces en el video fueron enviados a algunos de los supermercados más grandes de Italia.
Mira el impactante video.
Esta no es la primera vez que los abusos a los animales a manos de la pesca industrial han sido puestos en evidencia. A comienzos del año, imágenes del grupo israelí de derechos de los animales, Anonymous, expuso la desgarradora crueldad cometida en contra de los peces en una granja pesquera industrial.
Y un video encubierto de granjas industriales de salmón en la isla de Vancouver mostró a salmones ciegos y demacrados nadando en su excremento. Según el video, un reporte de 17 años reveló que los piojos de mar de una de las granjas habían estado matando a salmones silvestres jóvenes.
Debido a que las granjas industriales de peces confinan a muchos de ellos en espacios diminutos e insalubres, se vuelven el lugar perfecto para la proliferación de parásitos. De hecho, en 2016, un brote de piojos de mar se extendió desde Escandinavia hasta Chile. Para combatir la creciente epidemia de piojos de mar, las granjas industriales de salmón importan toneladas de peces silvestres para que consuman esos parásitos, pero importar peces silvestres causa grandes estragos en sus poblaciones nativas.
Los peces en granjas industriales llevan vidas miserables en tanques sobrepoblados y llenos de desecho. Un estudio del 2016 resalta que los salmones en estas granjas se deprimen tanto que abandonan sus ganas de vivir. Ya sea que sean criados en granjas o capturados, los peces sienten miedo y dolor de manera similar a los animales terrestres. Matarlos para consumirlos no solamente es innecesario, es inhumano, y no es sostenible ni saludable.
Por si fuera poco, los peces son asesinados de maneras increíblemente crueles. En 2011, Mercy For Animals condujo una investigación encubierta en un matadero de peces y reveló cómo los peces son desollados vivos. Los peces aleteaban y luchaban por escapar de los cuchillos de los trabajadores, y mientras se asfixiaban, los trabajadores les arrancaban la piel con pinzas.
Ademas, un reporte reciente de British Columbia Ministry of Environment and Climate Change Strategy encontró que un impactante 70% de los mataderos de peces no siguieron regulaciones ambientales.
Desafortunadamente, al contrario de los mamíferos, los peces casi no tienen ninguna protección legal en la Unión Europea, los Estados Unidos ni muchos otros países.
Es evidente que para la industria pesquera son más importantes sus ganancias que el ambiente y el bienestar de los peces.
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