Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Waterloo, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la Universidad de Valparaíso (Chile) descubrió que las vacunas comúnmente usadas en las granjas de peces son inútiles porque los tanques están llenos de desechos y son un foco de enfermedades.
Los investigadores descubrieron que, a pesar de la reducción de las bacterias que viven dentro de los peces, aquellos que han sido vacunados no pueden combatir múltiples enfermedades a la vez. Éste es el primer estudio que muestra cómo los parásitos en los peces pueden hacer que las vacunas para otras enfermedades dejen de funcionar.
Brian Dixon, profesor de biología, explica:
Los peces tienen una cantidad limitada de recursos para responder a una enfermedad, por lo que su sistema inmune toma decisiones: cuando están infectados por piojos de mar, por ejemplo, el sistema inmunitario de los peces está repentinamente orientado a responder a esa amenaza específica, lo que los deja totalmente expuestos a otras amenazas como P. salmonis.
¿Y con qué frecuencia los peces contraen parásitos como los piojos de mar? ¡Todo el tiempo!
Verás, las granjas industriales de peces están sucias y superpobladas, por lo que son criaderos perfectos para los parásitos. El año pasado, un brote de piojos de mar se extendió desde Escandinavia hasta Chile. Casi la mitad de las granjas de salmón de Escocia están infestadas de parásitos, que se alimentan de la sangre, la piel y la baba de los peces.
Las recientes imágenes encubiertas obtenidas en granjas de salmones de Vancouver revelan un horror inimaginable: peces ciegos y desfigurados nadando entre su propio excremento. Además, un informe que compiló datos de 17 años descubrió que los piojos de mar de una de las granjas piscícolas habían estado matando a los salmones silvestres jóvenes.
Pero la explotación de peces en las granjas no es solo una actividad asquerosa y peligrosa. También es profundamente cruel. Un estudio publicado en Journal of Experimental Biology encontró que los salmones confinados en granjas industriales crecen a un ritmo tan acelerado que más de la mitad quedan parcialmente sordos. Otro estudio encontró que muchos de estos salmones sufren de depresión severa y flotan sin vida.
Después de sufrir en las granjas industriales, los peces enfrentan una muerte espantosa. A pesar de su capacidad para sentir dolor, la industria los trata como meros objetos.
En 2011, Mercy For Animals llevó a cabo una investigación encubierta en una instalación de sacrificio de peces que reveló cómo los desollaban vivos. Mientras los peces luchaban para escapar del cuchillo y sobrevivir, su piel era arrancada con alicates.
Es claro que la industria no se preocupa por el bienestar de los peces. Afortunadamente, podemos retirar nuestro apoyo al dejar la vida marina fuera del plato y adoptar una alimentación vegana compasiva. Haz clic aquí para saber más. Y echa un vistazo a estas recetas sin crueldad inspiradas en el mar.