Estudios realizados en peces de la especie millón y en peces ángel de agua dulce en 2015 y 2018, respectivamente, revelaron que estos animales son capaces de diferenciar entre dos porciones de alimento y elegir la de mayor tamaño. Este tipo de estudio se utiliza con frecuencia para analizar las habilidades numéricas en mamíferos y aves, y la preferencia por cantidades más grandes apoya la teoría de que los peces son capaces de procesar información cuantitativa, es decir, reconocen la diferencia entre dos cantidades.
Muchas personas no lo saben, pero los peces tienen buena memoria y aprenden a identificar y evitar a depredadores hasta un año después de escapar de un ataque. Además pueden construir mapas mentales de su entorno. Sin embargo, pese a los hallazgos que demuestran las habilidades cognitivas de los peces, a ellos aún no se les brinda ningún tipo de protección o garantía de bienestar.
Una investigación encubierta realizada por Igualdad Animal demuestra que, al ser sacados del agua, los peces experimentan una muerte dolorosa por el cambio repentino en la presión, lo que provoca que sus órganos sean expulsados a través de la boca. Las imágenes de salmones ciegos y demacrados nadando en su propio excremento, obtenidas en otra investigación, también muestran el abuso constante al que los peces son sometidos en las granjas pesqueras, pues son forzados a crecer a un ritmo tan acelerado que muchos de ellos se quedan parcialmente sordos.
La mejor manera de ayudar a estos increíbles animales es dejarlos fuera de tu plato y adoptar una alimentación compasiva. Síguenos en Pinterest para descubrir deliciosas recetas veganas inspiradas en el mar y descarga gratis la Guía vegetariana para principiantes.