En 2013, el ecologista y ex vicepresidente Al Gore anunció que había adoptado una alimentación vegana.
En 2014 le dijo a MedScape:
Hace más de un año cambié mi alimentación a una vegana, realmente sólo para experimentar para ver cómo era. …Ahora, para mucha gente, esa decisión está conectada con cuestiones de ética ambiental y salud… De una manera visceral, me sentí mejor, así que he continuado con eso y es probable que continúe por el resto de mi vida.
Su decisión de adoptar el veganismo no fue una sorpresa. Dada su posición crítica frente a la destrucción ambiental causada por la explotación industrial de animales, esto era algo que ya se esperaba.
En una entrevista con ABC en 2009, Al Gore señaló: “Es absolutamente cierto que la creciente cantidad de carne en la alimentación de todo el mundo es uno de los asuntos relacionados con esta crisis global, no sólo por el CO2 involucrado sino también por el agua utilizada en el proceso”.
Al igual que Al Gore, muchas personas se consideran ecologistas. Pero al consumir productos de origen animal siguen contribuyendo a una de las peores causas de la destrucción ambiental. Es por eso que algunos de los ambientalistas más prominentes han decidido dejar la carne, los productos lácteos y los huevos.
La explotación industrial de animales en el sector alimenticio produce más emisiones de gases de efecto invernadero que todos los coches, aviones y otras formas de transporte combinados.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), las emisiones de dióxido de carbono provenientes de la cría de animales de granja representan alrededor del 15% de las emisiones inducidas por las actividades humanas y la producción de carne y leche es la principal culpable.
Además, simplemente evitando los productos de origen animal, podemos reducir nuestra huella de carbono a la mitad. Ten en cuenta que para producir 500 gramos de carne se requiere 13% más de combustible fósil y 15 veces más agua que para producir 500 gramos de soya.
La carne “sostenible” no existe. Y la producción de alternativas vegetales a la carne, los productos lácteos y los huevos requiere sólo una fracción de los recursos que utilizan sus contrapartes de origen animal.
Una alimentación vegana no es sólo buena para el planeta, sino que evita que innumerables animales padezcan toda una vida de miseria en las granjas industriales. Los cerdos, las vacas, las gallinas y otros animales explotados como alimento sufren horriblemente. Estos inocentes animales se enfrentan a crueldades inimaginables: confinamiento extremo, mutilaciones brutales y una muerte violenta.
Únete a Al Gore y a los millones de personas que están ayudando a proteger a los animales y al planeta adoptando una alimentación vegana. ¡Haz clic aquí para comenzar!