Este hombre cambió su vida para bien cuando adoptó a unas gallinas que provenían de granjas de batería.
Traumatizado por un abuso del pasado y dependiente del alcohol, Paul Checkley tiene algo menos que una vida fácil. Después de ser atacado a plena luz del día en 2011, Checkley desarrolló el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Se volvió cada vez más paranoico, incluso recurría a hacerse daño a sí mismo para hacer frente al dolor y al estrés.
Uno de sus amigos le sugirió que considerara adoptar gallinas que habían vivido en granjas de batería y que habían sufrido una vida horrible en manos de la industria de los huevos.
En un inicio fue escéptico, pero después se puso en contacto con una organización local de rescate y visitó a las gallinas para adopción. Estos animales tenían sus picos cortados (lo cual es demasiado común) y presentaban pérdida de plumas.
Paul Checkley explicó a The Guardian:
Comencé con cuatro gallinas. Ellas cambiaron mi vida. Rápidamente me di cuenta de que estas gallinas dependían de mí, y eso me dio un propósito. Pensé, si pueden hacer frente al trauma que han experimentado, entonces yo mismo tengo que encontrar la fuerza en mí.
Checkley describe cómo la capacidad de las aves para hacer frente a su trauma le ha dado la fortaleza para hablar de los abusos que ha sufrido, y añade:
Uno de los aspectos más paralizantes de la salud mental es la soledad desesperada que enfrentas y la discriminación por parte de algunos miembros de la sociedad. Las gallinas me aceptan. Me calman y siento que, a través de los horrores en sus vidas y en las mías, nos conectamos. Puede sonar muy ridículo, pero ellas me dan lo que necesito.
Esta conmovedora historia nos revela que las gallinas tienen mucho amor para dar y merecen una vida libre de sufrimiento.
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* Fotografía de la portada: Shaw & Shaw para The Guardian