El exgobernador de Georgia, Sonny Perdue, recientemente fue nombrado director del Departamento Agropecuario de los Estados Unidos (USDA). Aunque este nombramiento no ha generado tanta controversia como otros hechos por la nueva administración del país, hay muchas razones para preocuparse.
Perdue no es sólo el exgobernador de uno de los estados con las mayores instalaciones de explotación industrial de aves, también ha dirigido varias empresas de este sector. De acuerdo con Politico, Perdue es conocido por mezclar la política con los negocios y ubicar en puestos clave a sus donantes y socios comerciales. En 2009, después de recibir importantes contribuciones de la industria ganadera, aprobó una ley que les impide a los gobiernos locales regular las granjas industriales.
Ahora que Perdue será el encargado de hacer cumplir las leyes más importantes de bienestar animal en los Estados Unidos, debemos asegurarnos de que haga su trabajo.
Para empezar, Perdue debería promulgar dos regulaciones claves que han sido congeladas por la administración de Trump: las normas revisadas de bienestar animal bajo el Programa Nacional de Alimentos Orgánicos, que mejorarían dramáticamente la vida de las gallinas en las granjas y el Reglamento de Prácticas Justas para los Productores Agropecuarios, que ayudaría a nivelar el campo de juego entre los pequeños productores y las grandes corporaciones.
Perdue se hará cargo de una agencia que ha fallado en hacer cumplir la única ley federal que se ocupa del tratamiento de los animales asesinados en la industria alimenticia: la ley de métodos humanitarios de sacrificio. Bajo esta ley, los “animales” deben estar inconscientes antes de ser asesinados. Pero el propio organismo de control interno del USDA ha criticado a la agencia por no exigir el cumplimiento de esta ley ni siquiera en casos de violaciones atroces.
Incluso el Congreso de los Estados Unidos se ha involucrado señalando la aplicación deficiente de la ley por parte de la agencia y las represalias contra los denunciantes. Pero el USDA continúa impulsando políticas favorables a la industria, incluyendo una mayor velocidad en las líneas de sacrificio y la eliminación de inspectores durante este proceso.
La agencia también decidió que las gallinas, que constituyen el 98% de los animales terrestres asesinados por la industria alimenticia de los Estados Unidos cada año, están exentos de esta ley. Así, incluso los actos de crueldad más horribles, como los documentados en esta investigación encubierta en un matadero de aves de Tyson, pueden ser infligidos con impunidad.
Es hora de que esto cambie. El público y los defensores de los animales estarán observando a Perdue y evaluando su desempeño en estos y otros asuntos importantes que enfrenta el USDA.
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