Los recientes titulares sobre la posible exportación de carne de gallina lavada con cloro, de los Estados Unidos a Gran Bretaña, han causado un alboroto. Y aunque Gran Bretaña ha jurado no aceptar el acuerdo comercial, los titulares han dejado a muchos preguntándose ¿qué es exactamente la carne de gallina lavada con cloro?
En las granjas industriales, decenas de miles de gallinas están hacinadas en cobertizos sin ventanas. Para maximizar las ganancias económicas, los dueños de las granjas crían a las gallinas para que crezcan tan rápido que ha a menudo quedan inmovilizadas por su propio peso. Este abuso les ocasiona un dolor debilitante además de ataques cardíacos, falla de los órganos y otros problemas de salud graves. Debido a que son demasiado grandes para pararse o caminar, las aves se ven obligadas a sentarse en su propio excremento. Esto convierte a las granjas industriales en caldo de cultivo de numerosas enfermedades.
En entrevista con el Daily Mail, Craig Watts, expropietario de una granja en Carolina del Norte, señaló:
Las aves son demasiado pesadas para pararse porque se han criado para [obtener] la carne de pechuga y pasan su vida agachadas. El 95% de su tiempo lo pasan sentadas en una mezcla de virutas de pino y materia fecal de esa o anteriores bandadas. Su carne se pudriría y, cuando las hacinas tanto, caminarán sobre otras aves si quieren llegar a la comida o rasguñarán a las demás y les causarán heridas.
Estas condiciones deplorables hacen que la carne de gallina esté contaminada con patógenos mortales. De hecho, de acuerdo con el Departamento Agropecuario de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), alrededor del 25% de la carne de gallina en trozos y cerca del 50% de la molida que se venden en las tiendas están contaminados con salmonela. Además, el USDA reportó que el 90% de los problemas descubiertos en las carcasas de las gallinas en los mataderos estaba relacionado con “contaminación fecal visible de la cual los empleados de la compañía no se dieron cuenta”.
En un esfuerzo por eliminar esta inmundicia, los trabajadores de los mataderos lavan el 97% de la carne de gallina con cloro u otros desinfectantes.
Lamentablemente, las gallinas son algunos de los animales más maltratados en el planeta y constituyen el 99% de los animales explotados y asesinados para convertirse en alimento en los Estados Unidos.
Para empeorar las cosas, ni una sola ley federal en los Estados Unidos protege a los animales durante su vida en las granjas industriales. Es más, la ley que se supone protege a los animales en los mataderos (la ley del sacrificio humanitario) no se extiende a las aves, dejando a las gallinas virtualmente sin protección contra el abuso.
Una investigación reciente realizada por Mercy For Animals en varias granjas proveedoras de Lilydale en Canadá descubrió a los trabajadores golpeando, pateando y lanzando a las aves vivas, arrojándolas en cajas de transporte abarrotadas, atropellándolas con montacargas y arrancándoles la cabeza y las piernas.
Mira.
Aunque muchos se preocupan por la carne lavada con cloro, deberían indignarse por la forma en que las gallinas son tratadas en las granjas industriales.
Afortunadamente, podemos ayudar a los animales dejándolos fuera de nuestro plato y adoptando una alimentación vegana sostenible, saludable y compasiva.
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