OPINIÓN: el cierre de este matadero de perros es una gran noticia, ¿pero qué hay del resto?

He seguido el tema del comercio de carne de perro desde hace años. De hecho, recuerdo cuando hacía activismo por el ambiente y hablaba continuamente de esto en redes sociales. Las imágenes y los videos de lugares donde la carne de perro se considera un manjar me hacían temblar de ira o llorar por horas.

Así que cuando digo que estoy feliz de que el complejo de mataderos de perros más grande de Corea del Sur esté siendo desmantelado y convertido en un parque público, lo digo en serio. Ningún animal merece pasar por los horrores de un matadero: maltrato, electrocución y masacre a la vista de otros seres enjaulados.

El complejo de Taepyeong-dong, al sur de Seúl, tenía al menos seis mataderos de perros con capacidad de albergar cientos de animales a la vez, y era un proveedor importante de carne de perro para los restaurantes de todo el país. Según The Guardian, en Corea del Sur se come más de un millón de perros cada año.

Pero no puedo evitar pensar en la incongruencia de muchos que celebran esta noticia. Si te da gusto el cierre de este matadero (y con justa razón) pero comes carne, es momento de hacer introspección.

Recuerdo que antes de volverme vegana, hace años, odiaba cuando navegaba por Facebook y veía imágenes del comercio de carne de perro en otros países. Mi ira se desbordaba. ¿Cómo podría alguien hacerle eso a un animal?

Fue entonces cuando me di cuenta de que en realidad estaba pagando para que le hicieran cosas similares e igualmente horribles a animales en mi propio país. La única diferencia era que yo le pagaba a la gente para que matara gallinas, vacas y cerdos en lugar de perros y gatos. Mi cultura era diferente, pero seguía infligiendo sufrimiento.

Así que si aún no has hecho la conexión, lo entiendo. Yo estuve ahí.

Verás, en realidad los animales que explotamos como alimento son tan sensibles e inteligentes como los perros y gatos que adoramos en casa. Las gallinas ronronean como los gatos, reconocen a más de cien individuos humanos y usan experiencias previas para tomar decisiones futuras. Las vacas forman amistades cercanas, les gusta dormir cerca de su familia, se emocionan cuando resuelven problemas y aman la música. Los cerdos pueden jugar videojuegos, tienen una excelente memoria para ubicar objetos y un sofisticado sentido de dirección, y les cantan a sus crías cuando están amamantando.

Sin embargo, sometemos a los animales confinados en granjas industriales a las peores crueldades. ¿Alguna vez podríamos considerar legal amarrar a un perro por sus patas traseras y abrirle la garganta? ¿Dejaríamos que un gato permanezca toda su vida en una jaula tan pequeña que ni siquiera podría darse la vuelta? ¿Permitiríamos que alguien le estrelle la cabeza contra el piso a cachorros y gatitos para matarlos? Por supuesto que no. Pero es completamente legal cometer estos actos atroces en contra de vacas, cerdos y gallinas en la industria pecuaria.

¿No me crees? Mira esto.  


Al igual que en Corea del Sur, ninguna ley federal en Estados Unidos protege a los animales confinados en granjas industriales. Y las gallinas, esos seres inteligentes que ronronean cuando son acariciados, ni siquiera están incluidos en las leyes de sacrificio humanitario, y prácticamente no cuentan con ninguna protección ante el abuso al que son sometidos.

Nadie necesita productos animales para sobrevivir. De hecho, los humanos prosperan con una dieta saludable basada en plantas. Y no solo les evitas a los animales un inmenso sufrimiento cuando te vuelves vegano, también proteges al medio ambiente.

La única diferencia entre los animales que amas y los animales que comes (actualmente) es tu percepción de ellos, pero nunca es demasiado tarde para hacer un cambio. Únete a los millones de personas que ya han elegido un estilo de vida vegano y compasivo.