¿Qué es la industria pecuaria y por qué hace tanto daño?

La actividad pecuaria es aquella en la que se explota a los animales como alimento. Esta práctica existe desde hace mucho tiempo y ha aumentado a medida que el hombre ha hecho avances tecnológicos y la población mundial ha crecido, con el objetivo de dar abasto a la demanda en aumento, economizar costos y ahorrar tiempo. Sin embargo, a raíz de la proliferación cada vez mayor de esta industria, problemas de escala global como epidemias, inseguridad alimentaria y contaminación del aire, agua y suelo han alcanzado un estado crítico, ¿cuál es la conexión?

Hoy en día, más animales que nunca son explotados como alimento, y la gran mayoría de estos se encuentran en granjas industriales en las que padecen terribles condiciones durante toda su vida. Se estima que 81 mil millones de animales terrestres y entre 48 y 160 mil millones de peces mueren cada año. Imagínate la cantidad de espacio necesario para mantener a estos seres en confinamiento, para cosechar los granos usados para alimentarlos y para tirar sus desechos. Además, esta industria genera más emisiones de gases contaminantes que la industria petrolera, en gran parte por los gases y excremento que producen los miles de millones de animales que explotan.

La industria pecuaria prioriza el dinero sobre cualquier otra cosa y los animales son quienes pagan el precio. Son obligados a vivir toda su vida hacinados en espacios diminutos e insalubres, las condiciones son tan deplorables que propician la proliferación de parásitos y enfermedades. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que en algunos países, el 80% de los principales antibióticos se utiliza en la producción de carne, lácteos y huevos, cuyo consumo no solo implica riesgos para la salud, sino que contribuye directamente a la amenaza creciente de la resistencia humana a los antibióticos.

La actividad pecuaria es la manera más ineficiente para producir comida, ya que se necesitan muchos más recursos para generar proteína de origen animal que vegetal. Si los cultivos que actualmente existen se destinaran directamente al consumo humano en vez de usarlos para alimentar a los animales explotados como alimento, podríamos ponerle fin a la hambruna mundial.

Además, la cifra de animales explotados es tan elevada que es difícil de contextualizar, pero cada uno de ellos es un individuo, un ser sintiente que desea estar en libertad y no quiere morir. La industria pecuaria los trata como si fueran objetos, los mutila a los pocos días de nacer y los mata de manera violenta y dolorosa. Para esta industria, sus ganancias tienen más peso que todo el sufrimiento que genera y que el bienestar de nuestro planeta, pero afortunadamente, está en tus manos ponerle fin.


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