La Alianza de Científicos del Mundo, que agrupa a 15,000 científicos de 184 países, se reunió en octubre para discutir cómo prevenir la destrucción ambiental. El grupo concluyó que es hora de que los humanos cambien su comportamiento y adopten una alimentación a base de plantas.
En 1992, el grupo advirtió que las prácticas humanas conducirían a condiciones devastadoras, incluidas las zonas muertas del oceáno, el agotamiento de la capa de ozono, la pérdida de la cubierta forestal, la disminución de la vida marina y la pérdida de biodiversidad.
La nueva advertencia de la alianza es similar, pero describe cómo la destrucción ambiental ha aumentado en los últimos 25 años. La declaración del grupo exige cambios en “comportamientos individuales, que incluyen limitar nuestra propia reproducción (idealmente a un nivel de reemplazo, como máximo) y disminuir de modo drástico nuestro consumo per cápita de combustibles fósiles, carne y otros recursos”.
La explotación industrial de animales como alimento tiene un impacto devastador en el ambiente ya que produce más emisiones de gases de efecto invernadero que todos los automóviles, aviones y otras formas de transporte combinadas. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, las emisiones de dióxido de carbono derivadas de las granjas industriales representan alrededor del 15% de las emisiones mundiales inducidas por las actividades humanas, y la producción de carne y leche es la principal culpable.
Podemos reducir nuestra huella de carbono a la mitad simplemente evitando los productos de origen animal. Ten en cuenta que en la producción de 500 gramos de carne de vaca se requiere un 13% más de combustible fósil y 15 veces más agua que para producir 500 gramos de soya.
No existe la carne “sostenible”. La producción de alternativas vegetales a la carne, los lácteos y los huevos requiere una pequeña fracción de los recursos comparada con la de sus equivalentes derivados de animales.
Pero una alimentación vegana no sólo es buena para el planeta; también salva a millones de animales de toda una vida de miseria en las granjas industriales. Los cerdos, las vacas, las gallinas y otros animales explotados como alimento sufren horriblemente y padecen crueldades inimaginables: confinamiento extremo, mutilaciones dolorosas y una muerte sangrienta y violenta.
Únete a los millones de personas que están ayudando a proteger a los animales y al planeta adoptando una alimentación a base de plantas. ¡Haz clic aquí para comenzar!