Deportistas olímpicos exhortan al público a dejar los productos lácteos

Desde los Juegos Olímpicos de 2016 en Río, Milk Life, una campaña financiada por las compañías más grandes de lácteos de Estados Unidos, ha patrocinado a los atletas olímpicos y ha intentado vender la idea de que los lácteos son saludables. Pero este año, un grupo de atletas olímpicos revirtió la campaña.

En un anuncio que se emitió en las principales ciudades de Estados Unidos justo antes de la ceremonia de clausura en Pyeongchang, cinco atletas olímpicos veganos compartieron su historia sobre los muchos beneficios de una alimentación a base de plantas.

Dotsie Bausch, ciclista ganadora de una medalla de plata, encabeza la campaña Switch4Good. A principios de este año, Bausch lanzó el desafío de 10 días Plant Milk Challenge para ayudarles a las personas a eliminar los productos lácteos.

En una entrevista con Adweek, Bausch señaló:

Cambié a una alimentación integral, a base de plantas, aproximadamente dos años y medio antes de los Juegos Olímpicos de 2012. Estuve en el podio a los 39 años, la competidora de mayor edad en mi disciplina específica. Mi cambio de alimentación fue el factor clave para que pudiera recuperarme más rápido, disminuir la inflamación y tener toda la energía y resistencia que necesitaba para enfrentar competidores 20 años menores que yo.

Además de Bausch, el anuncio incluyó a Seba Johnson, la primera esquiadora negra en los Juegos Olímpicos; Kendrick Farris, el único levantador de pesas de Estados Unidos que calificó para los Juegos de Río; Kara Lang, una delantera en el equipo olímpico de fútbol de 2008; y Malachi Davis, un velocista que compitió en los Juegos de 2004 en Atenas.


La industria de los lácteos gasta millones de dólares en anuncios durante las olimpiadas para convencer a los consumidores de que la leche es saludable, pero esta afirmación simplemente es falsa. De hecho, el consumo de productos lácteos se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer. Según un estudio realizado en Harvard en 2006, las mujeres que consumen grandes cantidades de carne y lácteos aumentan su riesgo de cáncer en un 33%. Y más de 20 estudios han asociado el consumo de productos lácteos con el cáncer de próstata.

Además, las mujeres que consumen productos lácteos, como yogur, helado y queso, aumentan su riesgo de mortalidad por cáncer de mama en un 50%, según un estudio publicado en 2013.

Pero los productos lácteos no solo son terribles para tu salud. También son indescriptiblemente crueles.

En las granjas lecheras, las vacas son tratadas como simples máquinas productoras de leche. Son inseminadas a la fuerza y mantenidas en condiciones terribles. Los terneros son arrebatados de su madre poco después del nacimiento. Los terneros machos son asesinados y vendidos como “carne de ternera”. Las hembras se convierten en “vacas lecheras”, atrapadas en un ciclo de abuso durante años hasta que se consideran “agotadas” y son enviadas al matadero.

Horrible, ¿verdad? Mira este video encubierto de una investigación realizada por Mercy For Animals.


Esta flagrante crueldad es precisamente la razón por la cual la campaña Switch4Good es tan importante.

Si aún consumes leche de vaca, es hora de que te unas a los millones de personas que están boicoteando esta terrible industria y eliminando de su alimentación los lácteos y otros productos de origen animal.

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