También se ven los desgarradores momentos en los que los trabajadores patean y empujan a los animales, con el único propósito de lastimarlos, hasta que los matan a puñaladas y los dejan desangrarse lenta y dolorosamente. Quizás uno de los momentos más escalofriantes es cuando los trabajadores le arrojan pezuñas cercenadas de otros animales a una de las vacas que se encontraba acorralada y asustada.
Cada año, cientos de miles de animales son confinados en barcos de exportación y transportados por enormes distancias desde granjas industriales en Brasil hacia mataderos en países lejanos, donde las regulaciones sobre bienestar animal son muy débiles o prácticamente inexistentes. Las condiciones en las que se les obliga a vivir por semanas los vuelven propensos a lesiones y enfermedades, y aquellos que logran sobrevivir al estrés que les causa ser hacinados en un ambiente desconocido, ruidoso, en constante movimiento y lleno de sus propios desechos, suelen encontrar un final aún mucho más cruel a manos de los trabajadores en los mataderos.
La investigación fue difundida por medios de comunicación importantes en Brasil tales como Huff Post Brasil y The Río Times. Es necesario que personas en todo el mundo conozcan la cruel realidad para estos animales y nos ayuden al pedirle al gobierno brasileño que prohíba la exportación de animales vivos. Entra al sitio ExportaciónDeMiseria.com y, por favor, firma la petición. ¡Los animales cuentan contigo!
Recuerda que la mejor manera de ayudar a los animales en Brasil y en todo el mundo es dejar de consumir los productos derivados de su explotación. Hacerlo es mucho más sencillo, económico y delicioso de lo que parece. Puedes empezar leyendo la Guía vegetariana para principiantes, la cual contiene todos los fundamentos sobre una alimentación sin crueldad. ¡Descárgala! Es completamente gratis.