Todos hemos escuchado la frase errónea de “cerebro de gallina”. Pero la investigación científica más reciente muestra que las aves en realidad son seres muy inteligentes, capaces de sentir dolor y sufrir. Esto incluye a las aves que comemos, es decir, a las gallinas.
Las gallinas son increíblemente inteligentes, son capaces de anticipar eventos futuros y recuerdan la trayectoria de un objeto que se les ha ocultado. Entienden su posición en la jerarquía y poseen autocontrol, lo que les permite esperar para obtener una mejor recompensa. Estas dos habilidades son ejemplos de autoconciencia.
Además, las gallinas transmiten su conocimiento de una generación a otra y pueden reconocer más de 100 rostros, no sólo de sus compañeras sino de seres humanos. También entienden que un objeto que se les ha ocultado aún existe, algo que los niños de 2 años no pueden hacer.
Por si fuera poco, son animales cariñosos y sensibles. Las gallinas comienzan a comunicarse con sus polluelos incluso antes de que ellos rompan el cascarón. La mamá gallina cloquea suavemente y ellos le responden con un “pío”. ¿No te parece una ternura?
Ellas también experimentan alegría, soledad, frustración, miedo y dolor al igual que los perros y gatos con quienes compartimos nuestro hogar. ¡Incluso ronronean como los gatos cuando las acarician!
Por desgracia, las gallinas son uno de los animales más maltratados del planeta. De hecho, constituyen el 98% de los animales explotados y asesinados para convertirlos en alimento en Estados Unidos. Y son sometidas a crueldades que difícilmente podemos imaginar.
Las gallinas explotadas para obtener carne están confinadas en cobertizos repletos, sucios y oscuros. Las crían para que crezcan tan rápido que a menudo quedan inmovilizadas por su propio peso. Este abuso les ocasiona un dolor debilitante, además de ataques cardíacos, falla de los órganos y otros problemas de salud graves.
En el matadero, estos animales inocentes son encadenados de cabeza, les aplican choques eléctricos y los degüellan, cuando aún están conscientes y sienten dolor.
Múltiples investigaciones encubiertas realizadas por Mercy For Animals en Tyson Foods –el mayor empacador de carne de aves del mundo– han expuesto terribles abusos. Nuestras cámaras han registrado el abandono de aves enfermas y heridas que agonizan en condiciones asquerosas, trabajadores que golpean brutalmente, pisotean y apuñalan a los animales, y aves vivas y conscientes a quienes les arrancan la cabeza.
¿No nos crees? Mira.
Para empeorar las cosas, ni una sola ley federal en Estados Unidos protege a los animales durante su vida en las granjas industriales. Es más, la ley que se supone protege a los animales en los mataderos (la Ley del Sacrificio Humanitario) no se extiende a las aves y deja a las gallinas virtualmente sin protección contra el abuso.
Por fortuna, cada vez hay más opciones disponibles de comida deliciosa que puedes disfrutar sin apoyar la crueldad contra los animales.
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