Un estudio reciente de la Universidad de Sidney arrojó interesantes datos sobre la forma en que las vacas se comunican entre ellas. Alexandra Green, estudiante de posgrado y líder de la investigación, estuvo cinco meses escuchando los “muus” de estos animales.
El estudio registró 333 muestras de vocalizaciones de vacas y las analizó mediante programas de análisis acústico. Las vacas dieron señales de voz individuales dependiendo si se trataba de una situación positiva o negativa, lo que les ayuda a mantener el contacto con el rebaño y expresar entusiasmo, excitación, atención o angustia. Las vacas también tienen vocalizaciones individuales con sus terneros, de esta forma la madre es capaz de atender al llamado de su cría y viceversa. El vínculo madre-hijo es tan fuerte que al ser separados (en las granjas industriales) las vacas braman lastimosamente durante horas o días buscando a su cría.
Este tipo de estudios nos ayudan a conocer más sobre los animales y darnos cuenta de que sí tienen voz, y que también son capaces de expresarse cuando sienten miedo o dolor.
Las vacas son animales hermosos, fuertes, inteligentes y sensibles que merecen vivir libres y no son máquinas productoras de leche como la industria pecuaria nos quiere hacer creer. Si tú también piensas lo mismo, te invitamos a que incluyas en tu alimentación más productos a base de plantas como leche de soya o avena y quesos vegetales.