Aunque las graves implicaciones ambientales del consumo de carne ya han sido documentadas, muchas personas preocupadas por el ambiente aún no tienen idea de que la cría de animales para el consumo humano es increíblemente destructiva.
Un estudio compartido por Faunalytics estima la diferencia en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre los consumidores de carne, de pescado, vegetarianos y veganos.
¿Los resultados? Una dieta rica en carne produce más del doble de GEI que una dieta vegana. Además, el estudio concluyó que los hombres que comen carne generan la mayor cantidad de GEI, mientras que las mujeres veganas generan la menor. En general, la dieta vegetariana y una que incluye pescado producen cantidades similares de GEI, alrededor de 50% menos que los consumidores de carne. Sin embargo, una dieta vegana reduce las emisiones de GEI hasta en un 60% en comparación con una dieta rica en carne.
Pero no sólo se trata de las emisiones de CO2. Considera algunos de estos hechos:
- Se necesitan 2,500 litros de agua para producir una libra de carne de vaca.
- El 80% del área deforestada en el Amazonas está destinada a la cría de ganado.
- Las granjas industriales contaminan los ríos y las fuentes subterráneas de agua.
Como si el impacto ambiental de la crianza industrial de animales para el consumo humano no fuera suficiente, los animales criados en las granjas industriales suelen ser objeto de confinamiento extremo, mutilaciones sin analgésicos y una muerte espantosa.
Podemos tomar partido a favor de los animales y el planeta haciendo la transición a una dieta a base de plantas, saludable, compasiva y amigable con el ambiente.
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