Así tratan a los cerdos que comemos

Muchas personas piensan que saben cómo son tratados los animales explotados como alimento. Pero, en mi experiencia, por lo general subestiman seriamente la extrema crueldad habitual en las granjas.

Cuando tienen tan sólo 10 días de nacidos, los cerditos bebés son arrebatados de su madre, les cortan la cola y les arrancan los dientes y los testículos sin analgésicos. Y los bebés que están demasiado enfermos o no crecen lo suficientemente rápido, son asesinados de forma brutal, estrellándoles la cabeza contra el piso de concreto o gaseándolos.


Los cerditos bebés que sobreviven son confinados en corrales sucios y atiborrados. Aunque la expectativa natural de vida de un cerdo es alrededor de 15 años, en las granjas son criados selectivamente para crecer muy rápido, alcanzando el tamaño deseado por la industria a los seis meses, cuando son asesinados. El rápido crecimiento afecta a estos tiernos animales y a menudo les causa problemas en las articulaciones.

Además, cientos de miles de cerdas son inseminadas repetidamente y confinadas en jaulas de metal tan pequeñas que no pueden darse la vuelta. El uso de estas jaulas que mantienen a las cerdas inmovilizadas es una de las peores formas de abuso animal institucionalizado que existe.


Estas cerdas madres mueren después de sólo tres o cinco años porque su cuerpo no puede soportar los embarazos y partos constantes. Son tratadas simplemente como máquinas reproductoras.

En el matadero, asesinan a los cerdos de la misma manera despiadada: los cuelgan boca abajo, a menudo mientras están conscientes, y les cortan la garganta.


Los cerdos son considerados el quinto animal más inteligente del mundo. Son incluso más inteligentes que los perros y son capaces de jugar videojuegos con más éxito que los chimpancés.

A pesar de esto, ni una sola ley federal en el mundo protege a los cerdos durante su vida en las granjas industriales. La Ley de Sanidad Animal se aplica únicamente a las prácticas de asesinato, por lo que los animales están desprotegidos por completo durante la mayor parte de su vida.

La única diferencia significativa entre los animales que consideramos compañeros y los que comemos es el trato que les damos. Podemos ser bondadosos y compasivos dejando a estas criaturas inteligentes y sensibles fuera de nuestro plato. Haz clic aquí para pedir tu Guía vegetariana para principiantes. ¡Es gratis!