Esto es para quienes nos dicen que el veganismo es responsable del daño a los ecosistemas

Si alguna vez nos has enviado comentarios en nuestras redes sociales para argumentar que el veganismo afecta gravemente al ambiente, queremos ayudarte a tener las cosas claras. Esa creencia es un error, de hecho, es todo lo contrario. A continuación, abordaremos comentarios que hemos recibido en nuestra página de Facebook para responder a las inquietudes más comunes sobre el tema.

1. El veganismo es básicamente responsable de todos los problemas ambientales.


Evidencia contundente demuestra que la explotación industrial de animales está destruyendo al planeta. Para empezar, la industria de la carne por sí sola genera más emisiones de CO2 que la suma de todos los medios de transporte en el mundo, supera aún a las de la industria petrolera. Reflexiona por un momento sobre lo que eso significa. Al adoptar una alimentación a base de plantas, puedes reducir tu huella de carbono hasta en un 73%.

2. Los cultivos necesarios para que el mundo siguiera una alimentación vegana ocuparían demasiado espacio 


Entendemos la preocupación de las personas que creen que si la gente comiera más frutas y verduras, se tendría que asignar más espacio para estos cultivos, pero la mayor cantidad de terreno la ocupan aquellos de granos destinados para alimentar a los animales. Asimismo, la cantidad de comida que una vaca necesita es mayor a la que requiere un humano, y la cantidad de carne obtenida de estos pobres animales alimenta a menos bocas que si esos granos se le dieran directamente a las personas. Un estudio reciente de la Universidad de Lancaster reveló que actualmente ya se cosecha suficiente alimento, no solo para alimentar a toda la población humana actual, sino a aquella proyectada para el 2050, aunque para lograr esto, sería necesario que todo el mundo adoptara el veganismo.

3. Se destruirían bosques para plantar cultivos

Recientemente, un estudio hecho por investigadores de Oxford concluyó que si todo el mundo se hiciera vegano, el uso de tierra destinada al cultivo podría reducirse en un 75%. Esto equivale a la suma de las superficies de Estados Unidos, China, Australia y toda la Unión Europea, lo cual no es sorprendente, ya que la industria de la carne es responsable del 91% de la deforestación del Amazonas.

4. Morirían millones de animales a causa a la industria agrícola


Este argumento va en contra de la lógica, si te preocupan los animales, la mejor manera de demostrarlo es no comerlos. Además, una impactante cantidad de animales silvestres, incluidos osos, coyotes y zorros, son asesinados porque la industria ganadera los considera una amenaza, y la industria pesquera es responsable de la “pesca incidental”, es decir, por cada pez capturado con redes de deriva, se atrapan y mueren por accidente siete animales marinos más, como tortugas, focas, pequeñas ballenas, delfines y tiburones. Los animales que no representan un valor económico para la industria pecuaria también perecen debido a ella.

5. Comer animales evita su sobrepoblación

Un censo de la vida marina realizado en 2010 estimó que más del 90% de los peces de gran tamaño ha desaparecido de los océanos debido a la sobrepesca y un estudio reciente alertó a la población de que en tan solo en 50 años, la vida marina podría desaparecer. A través de un boletín oficial emitido por la Universidad Autónoma de México se dio a conocer que, tan solo en un siglo, la raza humana provocó la desaparición de especies que en condiciones naturales habrían tardado diez mil años en extinguirse.

Al hablar de los miles de millones de animales explotados como alimento, tenemos que recordar que las madres son obligadas a reproducirse para garantizar que exista la suficiente cantidad de animales, quienes, posteriormente, pasan el resto de su vida en confinamiento, son mutilados sin recibir nada para mitigar su dolor, y al final experimentan una muerte violenta. Ya que no hay nada “natural” en este proceso y no forma parte de la “cadena alimenticia”, hay que considerar que sería preferible no haber nacido a padecer una existencia bajo esas condiciones.

6. Los veganos acabaremos con el agua de los rios y oceanos


Los animales explotados como alimento producen siete millones de libras de excremento cada minuto. Los drenajes de la granjas industriales transportan grandes cantidades de estiércol y fertilizante, que al llegar a las fuentes de agua cercanas, promueven el crecimiento de algas que agotan el oxígeno para otras especies y provocan que los animales marinos mueran o huyan. Recientemente, una planta de una gran productora de leche en México fue clausurada temporalmente por contaminar los ríos de la localidad.

El agua es un recurso no renovable y la industria de la carne la desperdicia. Los alimentos a base de plantas requieren solamente una fracción de los recursos empleados en la fabricación de la carne, los lácteos y los huevos. En la producción de un kilo de carne de vaca en se usan 15,400 litros de agua, mientras que en la producción de un kilo de vegetales se usan en promedio 322 litros. Es decir, para producir la carne de una sola hamburguesa se usa la misma cantidad de agua que la necesaria para ducharse por dos meses.

6. Ser vegano no es necesario si adopto hábitos que ayuden al ambiente


Adoptar diferentes hábitos para cuidar el planeta es un buen comienzo, pero es imposible que eso compense el costo ambiental derivado de comer animales. Por ejemplo, es más importante que evites comer un caldo de mariscos en un restaurante a que te rehúses a usar popotes, recuerda que el 46% del plástico en los océanos son redes de pesca. Es sencillo, no existe la carne “sostenible” y, en realidad, es mucho más práctico adoptar una alimentación a base de plantas, saludable y deliciosa, que ir a pie a todos lados o no bañarse nunca.

Ahora lo sabes, al adoptar una alimentación a base de plantas puedes ayudar al planeta y a los animales. Sé el cambio que deseas ver en el mundo, ¡actúa hoy! Regístrate para descargar gratis la Guía vegetariana para principiantes, en la que encontrarás consejos útiles para hacer el cambio.