Los suplementos de aceite de pescado omega-3 a menudo son recomendados por sus supuestos beneficios para la salud, pero un estudio realizado por investigadores de Cochrane reveló que dichas afirmaciones son falsas.
De acuerdo con la reseña del estudio hecha por la BBC, los investigadores revisaron ensayos clínicos con información de más de 100,000 personas a lo largo de diez años y concluyeron que la probabilidad de obtener algún beneficio significativo de los suplementos de aceite de pescado omega-3 es de una en mil.
La Dra. Lee Hooper, autora principal del estudio y profesora de la Universidad de Anglia del Este explicó:
El estudio proporciona importante evidencia de que tomar suplementos de omega-3 de cadena larga (aceite de pescado, EPA o DHA) no tiene beneficios para la salud del corazón ni reduce el riesgo de sufrir infartos o cualquier causa de muerte. Los estudios más confiables mostraron consistentemente poco o ningún efecto de los ácidos grasos omega-3 en la salud cardiovascular.
De la misma forma que la carne de gallina y de cerdo, la de los peces y otros animales marinos también carece de fibra y está cargada de grasas saturadas y colesterol. Por suerte, no necesitas comerte a los peces para obtener ácidos grasos omega-3, simplemente puedes obtenerlos de la misma fuente que ellos, de las plantas.
El profesor Tim Chico, un cardiólogo de la Universidad de Sheffield señaló: “Estos suplementos implican un costo considerable, así que mi consejo para quienes los compran con la esperanza de reducir su riesgo de padecer enfermedades del corazón es que mejor inviertan su dinero en comprar vegetales”.
Comer peces no es saludable y es terriblemente cruel. Las granjas industriales de peces son lugares sucios y sobrepoblados, lo que los convierte en ambientes perfectos para la proliferación de parásitos. El año pasado un brote de piojos se esparció desde Escandinavia hasta Chile y ahora casi la mitad de los salmones en las granjas industriales de Escocia están infectados con ese parásito, el cual se alimenta de sangre, piel y baba.
Además, según un estudio publicado en el Diario de Biología Experimental, los salmones criados en las granjas industriales de peces crecen a un ritmo tan acelerado que más de la mitad se quedan parcialmente sordos. Otro estudio encontró que muchos salmones cultivados sufren de depresión severa. Conocidos como “drop outs”, estos salmones deprimidos flotan sin moverse.
En 2011, Mercy for Animals realizó una investigación encubierta en un matadero de peces y expuso cómo estos eran desollados vivos mientras trataban de escapar de los cuchillos de los trabajadores, quienes les arrancaban la piel con pinzas mientras los peces se asfixiaban.
¿Suena espantoso, verdad? Mira este video.
Lo mejor que puedes hacer para no apoyar a la cruel industria pesquera es dejar de comer animales marinos y adoptar una alimentación saludable y compasiva a base de plantas.
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