estudios que demuestran lo contrario. Esta industria también nos ha hecho creer que los lácteos provienen de vacas felices que viven en compañía de sus crías en un ambiente amoroso y lleno de paz. Hoy, es momento de exponer la verdad.
Poco después de nacer, los terneros machos son encerrados en pequeñas jaulas en las que no pueden moverse, acostarse ni ver la luz del sol y permanecen encadenados por 20 semanas hasta que son asesinados.
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A través de la publicidad, la industria de los lácteos nos ha hecho creer por generaciones que es necesario consumir leche de vaca para estar saludables, pero actualmente, muchos
Las vacas son inseminadas a la fuerza.
Para poder dar leche, las vacas tienen que estar embarazadas y posteriormente dar a luz, y para que eso suceda, son inseminadas artificialmente cada año a través de un procedimiento altamente invasivo y estresante en el que usan lo que en esa industria se conoce como “potro de violación”. Las vacas explotadas por la industria de los lácteos son forzadas a permanecer en este ciclo constante de embarazo, parto y lactancia durante toda su corta vida.
Las vacas sufren de abusos terribles.
Las vacas explotadas para producir leche padecen una vida miserable. Además de ser privadas de su libertad y sometidas a un confinamiento extremo, diversas investigaciones realizadas por Mercy For Animals han revelado que los trabajadores de las granjas industriales golpean brutalmente a las vacas y les cortan la cola sin darles nada para mitigar su dolor.
Los terneros son arrebatados de sus madres a las pocas horas de nacer.
Las vacas dan a luz tras llevar a su cría en el vientre de la misma forma que las madres humanas. Unas cuantas horas después, las separan de sus terneros, por lo que braman lastimeramente durante horas o días al buscar a sus hijos en vano.
La industria de los lácteos es cómplice del asesinato de bebés.
La leche tiene pus.
En las granjas industriales las vacas son sometidas a manipulación genética intensiva para producir enormes cantidades de leche. Esta producción no es natural, y la combinación con los daños físicos ocasionados por la maquinaria que se usa para ordeñarlas les produce mastitis, una infección que genera pus, contenida en cada cartón de leche en los supermercados.
Las vacas padecen dolorosas infecciones y otras enfermedades.
Las vacas explotadas por su leche no solo padecen mastitis, una inflamación dolorosa y potencialmente fatal de las glándulas mamarias y el tejido de las ubres. También contraen otras infecciones cuando les cortan la cola y las descornan sin darles nada para aliviar su dolor ni proporcionarles la atención veterinaria adecuada.
El consumo de productos lácteos está asociado con el cáncer.
De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Harvard en 2006, las mujeres que consumen grandes cantidades de carne y lácteos aumentan su riesgo de padecer cáncer en un 33%, y más de 20 estudios han asociado el consumo de productos lácteos con el cáncer de próstata.
La industria de los productos lácteos no es sostenible.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha informado que las emisiones de dióxido de carbono causadas por la explotación industrial de animales por su carne y leche representan alrededor del 15% de las emisiones globales generadas por las actividades humanas.
La producción de lácteos está acabando con el agua.
De acuerdo con la organización Water Footprint Network, se necesitan más de mil litros de agua para producir un litro de leche y más de 5,500 litros para producir un kilogramo de mantequilla. Además, el excremento generado por los animales en las granjas industriales ha contaminado casi un tercio de los ríos en los Estados Unidos. En México, una planta de la compañía lechera Lala fue clausurada temporalmente por contaminar un río en el estado de Guanajuato.
Las vacas explotadas por su leche también son asesinadas por su carne.
Después de cuatro o cinco años de abuso constante, las vacas ya no son consideradas “rentables” para la industria de los lácteos, así que son enviadas al matadero y asesinadas brutalmente. Muchas de ellas están tan débiles a esas alturas que ya no pueden caminar y son arrastradas al camión de transporte.
Afortunadamente, hoy en día existen muchas opciones de leches y quesos hechos a base de plantas que son compasivas con los animales y mejores para el planeta y tu salud. ¿Quieres obtener recetas y consejos sobre cómo eliminar los lácteos de tu alimentación? Descarga la Guía vegetariana para principiantes, ¡es gratis!