El huracán Florence, categoría cuatro, golpeó fuertemente a Estados Unidos en fechas recientes, particularmente en Carolina del Norte. Se alertó a la población con tiempo suficiente para que pudieran evacuar el área, pero los dueños y trabajadores de las granjas industriales huyeron y abandonaron a los animales confinados en esas instalaciones, lo que resultó en la muerte de millones de ellos.
En Estados Unidos, algunos animales “de compañía” deben ser incluidos por ley en los programas gubernamentales de evacuaciones ante desastres naturales, pero los animales confinados en granjas industriales no reciben ninguna protección legal, lo cual deja en claro que las industrias de la carne, los huevos y los lácteos ven a los animales como simple mercancía. Su lenta y dolorosa muerte no significa nada para ellos más que una pérdida material.
Si te alegra ver videos de personas que rescatan a perros y gatos abandonados en las áreas afectadas, recuerda que los cerdos, las gallinas, las vacas y los peces tampoco quieren morir. Esta no es la primera vez que los animales típicamente explotados como alimento han perecido por respuestas negligentes ante los desastres naturales, lo sucedido en las últimas semanas es una muestra más de la crueldad a la que son sometidos. Estos animales no solo son condenados a una vida de sufrimiento y a una muerte dolorosa y violenta, tampoco pueden escapar de incendios, inundaciones y otros siniestros debido al confinamiento extremo en que se encuentran.
La mejor manera de prevenir la crueldad en contra de los animales es dejarlos fuera de tu plato. Únete a los millones de personas que ya han decidido adoptar una alimentación compasiva. Comienza por registrarte para obtener la Guía vegetariana para principiantes, es completamente gratis y te brindará información muy útil para hacer el cambio.