Los cerdos no “gruñen”, son comunicativos

De acuerdo con un reciente estudio reseñado en Science Daily, un grupo de investigadores ideó una manera de estudiar la relación entre la personalidad y la vocalización de los cerdos.

Los investigadores observaron 72 cerdos jóvenes, machos y hembras, en varios ambientes. Mary Friel, autora principal del estudio y estudiante de doctorado de la Universidad Queen de Belfast, señala:

El objetivo de esta investigación fue explorar qué factores afectan las vocalizaciones en los cerdos, para que podamos entender mejor la información que trasmiten. Comprender la relación de las vocalizaciones de los cerdos con su personalidad también ayudará a los expertos en el comportamiento y bienestar animal a tener una imagen más clara del impacto que tiene la personalidad en la comunicación. Y por lo tanto [entenderemos] su papel en la evolución del comportamiento social y las dinámicas de grupo en especies sociales.

El estudio encontró que los cerdos con personalidades más activas producían gruñidos a un ritmo mayor que los animales menos activos. Adicionalmente, el estudio descubrió que los factores ambientales tienen una mayor influencia en los cerdos machos que en las hembras.

La especialista en salud animal, comportamiento y epidemiología del bienestar de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad de Lincoln, la Dra. Lisa Collins, explica:

Los sonidos de… [los cerdos] transmiten una amplia gama de información como el estado emocional, motivacional y psicológico del animal. Por ejemplo, los chillidos son producidos cuando los cerdos sienten miedo y pueden ser también para alertar a otros de su situación o para ofrecer apoyo. Los gruñidos suceden en todos los contextos, pero son típicamente de búsqueda para dejarle saber a los otros miembros del grupo dónde están.

Éste no es el primer estudio que prueba que los cerdos son criaturas muy complejas. De hecho, otras investigaciones han mostrado cómo el desempeño de los cerdos en algunas tareas es mucho mejor que el de los perros, los chimpancés e incluso los niños de tres años.

Y aunque es maravilloso reconocer que los cerdos son animales inteligentes, la inteligencia no debería ser un punto de referencia para decidir cómo tratamos a los animales. Todos los animales, incluyendo los cerdos, las gallinas, las vacas y los peces, son capaces de experimentar un espectro de emociones. Cómo el famoso filosofo Jeremy Bentham escribió, la pregunta no debe ser si pueden razonar o pueden hablar sino si pueden sufrir.

Por favor, deja a los animales fuera de tu plato y adopta una alimentación a base de plantas, compasiva y saludable.

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