La semana pasada se dio a conocer a través de medios de comunicación de Michoacán, estado al centro de México, la noticia de una planta de lácteos de competencia estatal que fue clausurada debido a que no presentó las autorizaciones ambientales necesarias para operar cuando fue inspeccionada por la Procuraduría de Protección al Ambiente, en diciembre del año pasado.
Autoridades municipales y personal de la procuraduría mencionada colocaron el sello de clausura temporal en la fachada de las instalaciones y prohibieron su actividad hasta que se presenten los documentos pertinentes. Según la Presidenta Municipal, la clausura de esta planta era necesaria debido a la contaminación de los ríos ocasionada por “toda la grasa y lodo que generan”.
Esta no es la primera vez que una procesadora de lácteos es clausurada por contaminar. En 2017, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México clausuró temporalmente una planta de Lala por descargar casi 23 mil toneladas de sustancias contaminantes en el Río Temascatío, en Guanajuato. Cada que estas granjas industriales vierten sus desechos de manera indebida, al llegar a cuerpos de agua promueven el crecimiento de algas que agotan el oxígeno para otras especies y hacen que los animales marinos mueran o huyan. Un estudio reciente encontró que la industria pecuaria es responsable de la zona muerta del Golfo de México, debido a los cientos de toneladas de aguas residuales que vierte.
La realidad innegable es que la producción de lácteos afecta terriblemente al ambiente. Un estudio de la Universidad de Oxford comparó el impacto ambiental de las leches vegetales contra la leche de vaca y los hallazgos fueron sorprendentes. Se determinó que las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de leche de vaca suman casi el triple de las correspondientes a las alternativas veganas, y su elaboración requiere más de diez veces el uso de tierra que la de leche de avena.
Además, las leches vegetales no usan las cantidades exorbitantes de agua que usa la industria pecuaria; para producir un solo litro de leche vaca se utilizan más de mil litros de agua. Todo esto sin mencionar el terrible sufrimiento al que la industria de los lácteos somete a miles de millones de animales en todo el mundo. Es por esto que cada vez más personas optan por las alternativas vegetales, que son compasivas y más amables con el ambiente. Este fenómeno ya ha comenzado a afectar a las granjas lecheras.
¿A ti también te preocupa el ambiente? Entonces rechaza los lácteos y los demás productos derivados de la explotación animal, que no solo afectan al planeta, también dañan tu salud y le causan sufrimiento a los animales. Descarga gratis la Guía vegetariana para principiantes para conocer los fundamentos para llevar una alimentación deliciosa y económica sin lácteos.