La revista científica The Lancent publicó recientemente una investigación titulada “Tenemos que hablar de la carne” (We need to talk about meat), en la cual se habla del grave impacto que su consumo genera en la salud y el planeta. Aunque hay un creciente interés de muchos países por establecer mejores políticas alimentarias, éticas con el planeta, la humanidad y los animales, hay esfuerzos que aún no se han logrado.
La producción de carne no solo afecta el ecosistema por la emisión de gases, nuevos estudios han señalado que esta industria es responsable de uso indiscriminado de agua dulce, deforestación y acidificación de los océanos. Incluso la carne cuya producción registra un impacto ambiental menor causa muchos más estragos que las formas menos sostenibles de producción de alimentos vegetales.
Además del impacto ambiental que el consumo de carne ocasiona, no podemos dejar de lado los riesgos para la salud. A mediados de este año, un estudio realizado por el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer (World Cancer Research Fund) y el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research) determinó que el consumo de carne aumenta el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
Ante estos datos, se han propuesto diferentes medidas para reducir el consumo de carne. Un estudio realizado por el Departamento de Salud Pública de Nuffield (Nuffield Department of Population Health) y la escuela Oxford Martin indica que un impuesto a la carne, tanto procesada como sin procesar, podría salvar más de 220,000 vidas. ¿Pero es esto lo que realmente necesitamos? La Escuela de Salud Pública de Harvard encontró que incluso la ingesta moderada de carne roja aumenta el riesgo de diabetes tipo 2, y hace tres años la Organización Mundial de la Salud (OMS) ubicó a las carnes procesadas, como la cecina y el tocino, en la misma categoría de riesgo de cáncer que la exposición al asbesto y fumar cigarrillos. Con todos estos riesgos para la salud, simplemente hay que dejar de consumir carne.
Tampoco debemos ignorar el sufrimiento de millones de animales que son explotados en las granjas industriales, quienes no merecen pasar su vida en confinamiento y sin poder ver la luz del sol. Por estas y muchas otras razones, te invitamos a que hoy adoptes una alimentación compasiva. Comienza por registrarte para obtener gratis la Guía vegetariana para principiantes.