información de la BBC, la carne vendida en 665 establecimientos del Reino Unido, incluidos restaurantes y supermercados, contiene ADN de animales no mencionados en la etiqueta del producto. La información se obtuvo a través de un estatuto legal que otorga acceso público a la información.
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Según el reporte, los restos no especificados pueden provenir de hasta cuatro animales diferentes. La carne de cordero registró la probabilidad más alta de estar contaminada con otros restos, aunque los productos congelados y listos para consumo como kebabs, pizza y espagueti a la boloñesa también registraron índices altos.
La contaminación de estos alimentos se debe a la grave falta de higiene en las plantas procesadoras de carne. Una investigación reciente encontró que la carne destinada al consumo humano está plagada de materia fecal visible, pus y, en algunos casos, está podrida. Los inspectores encontraron carne con excremento, o tirada en el piso, que luego era enjuagada con cloro y puesta nuevamente en la línea de producción.
Condiciones igualmente insalubres, o incluso peores, pueden ser encontradas en las granjas industriales de peces, en donde los tanques están tan sucios que se vuelven un foco de enfermedades y parásitos, al grado de volver inservibles a las vacunas administradas. Las industrias que explotan a los animales claramente no se preocupan por su bienestar, ya que además de someterlos a estas terribles condiciones, también los asesinan de maneras crueles y violentas.
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